EL PAPEL DE LA MUJER EN
                        DR. JEKYLL Y MR. HYDE
 

  Es extraño que en el relato de Stevenson apenas cuenten las mujeres. Ni una sola pertenece a la clase burguesa y sólo incidentalmente se nos hablará de la niña atropellada por Hyde y las enfurecidas mujeres que quieren vengarla, de la sirvienta que presencia el asesinato de Carew y cae desmayada, de las féminas deambulantes y la maligna vieja que atiende el piso de Hyde en el Soho, de la doncella de la servidumbre de Jekyll cuyos histéricos sollozos en la última noche corta en seco el mayordomo, o la humilde mujer que ofrece a Hyde una caja de cerillas y recibe a cambio una bofetada. La horripilante tonalidad de la novela queda, sin duda, profundizada por su ausencia.
       Además de ser un relato en el que domina el sexo masculino, los principales personajes del relato reúnen otras características más singulares: los hombres del libro son todos solteros, intelectuales, de emociones contenidas y faltos de energía.
       Las connotaciones homoeróticas son inevitables. El abogado y gran amigo de Jekyll, Utterson, piensa en Hyde como "el protegido" o "el favorito". Lo que deja entrever que Utterson podría estar celoso de la protección y tratamiento que recibe Hyde. Da la sensación de que Hyde ha dejado en un segundo plano la amistad del abogado, como si el doctor prefiriese la compañia de un ser tan monstruoso y abominable como Hyde. A esto se añade, el hecho de que Jekyll no desea ver a su amigo en aquellos momentos en los que su ánimo se encontraba más decaído. Lo que induce a pensar que Utterson no solo se sentiría preocupada por el estado físico y mental de su amigo, sino que estaría sumamente molesto porque solo Hyde podía tener acceso al encuentro y compañia de Jekyll.
       Sin olvidar que Stevenson no detalla que tipo de placeres eran del gusto de Jekyll. Estos, simplemente, aparecen en la obra como "indignos" placeres. Algo que puede llevar al lector a pensar que a Jekyll le gustaba practicar "emociones" que a la luz pública serían tachadas de intolerables. Este tipo de "emociones" bien podrían estar relacionadas con el mundo homosexual del viejo y puritano Londres.

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